En un artículo de la agencia de noticias ABC, nos habla de un
joven autista al cual le bastan tan solo diez minutos para captar todos los
detalles del ambiente. Posteriormente dibuja con gran nivel de
detalles esos entornos basándose totalmente en su extraordinaria
memoria. Como es usual, a este joven le diagnosticaron el autismo a la edad de
tres años y desde entonces demostró un talento natural por la pintura.
Inicialmente se apasionaba con las imágenes de animales y autobuses pero posteriormente
su interés se centró en los edificios y en temáticas mucho más complejas.
No obstante, debe
aclararse que esta memoria prodigiosa es más usual entre aquellos que padecen
del Síndrome de Asperger que entre los autistas. Son varias las explicaciones
que intentan brindar una respuesta coherente a este fenómeno, una de las más
recientes ha sido brindada por investigadores de la Universidad de Málaga
que afirman que la memoria fotográfica podría deberse a un aumento en la
producción de una proteína llamada RGS-14 que incide en el área cerebral V2
aumentando la capacidad de la memoria a largo plazo. Aún así existen
investigadores como Minsky, autor del libro "Society of Mind",
que aseveran que la memoria eidética es simplemente un mito.
Así, hoy por hoy el debate sobre la memoria eidética
continúa. Alguien sintetizó poéticamente la búsqueda de los científicos en las
profundidades de la memoria humana: “La memoria fotográfica quizás
será por siempre el unicornio de la Psicología mientras que la memoria eidética
es un pony que busca sus alas”.
Borja Soler Sansegundo.